Consumo de alcohol
El estar embarazada, supone una serie de cuidados que garantizan el sano desarrollo del bebé durante todo el proceso de gestación. Durante este periodo, la madre debe evitar el consumo de alcohol.Consumo de Alcohol
El alcohol es un agente tóxico para el bebé, diferentes estudios realizados en fetos y mujeres embarazadas indican que ninguna dosis es adecuada. Al respecto, el matrón Ángelo Alvear afirma que “Cuando una mujer ingiere alcohol llega la misma cantidad al bebé, debido a que pasa directamente por la placenta y llega a su cerebro que se encuentra en formación´”.
Por esta razón, otra recomendación que brinda el especialista es que si una mujer desea embarazarse lo más recomendable es suspender el alcohol antes de concebir, para cambiar su estilo de vida y llegar a una dosis cero.
El alcohol es capaz de ocasionar en el feto daños cerebrales, intelectuales, desarrollo psicomotor y malformaciones faciales, por ello es importante no ingerir ni una gota.
En caso de existir una adicción, lo recomendable es visitar a un especialista para realizar las terapias y velar por un embarazo sano.
El alcohol es un inhibidor muy fuerte del cerebro, capaz de afectar la concentración, la memoria y el tiempo de reacción con solo beber uno o dos tragos. Por esta razón, si en esencia el alcohol puede considerarse como un tóxico para el cerebro desarrollado, es fácil entender que su toxicidad es aún mayor para cerebro en pleno desarrollo.
Así pues, cada vez que la futura madre ingiere alcohol, este llega al cerebro fetal en cuestión de minutos, interfiriendo en su desarrollo. Una vez más, es posible que por una sola copa un día no pase nada, pero ¿daríamos un vaso de vino a un niño de dos años?
Por tanto, no se lo demos a nuestro futuro hijo o hija. La recomendación es clara: no se debe consumir alcohol en ningún momento ni cantidad a lo largo del embarazo, especialmente durante los primeros meses, ya que siempre existe la posibilidad de que interfiera en algún proceso crítico del desarrollo cerebral fetal.
Al respecto, la doctora Ángela Canales, explica que este hábito debe ser suspendido una vez se tiene conocimiento de la gestación, porque el consumo del alcohol durante el embarazo puede ocasionar daños graves e irreversibles en el bebé, sin importar si se ingiere en exceso o en poca cantidad.
El consumo de alcohol en el embarazo está relacionado con el aborto, el parto prematuro, el desprendimiento de la placenta y el retraso del crecimiento intrauterino.
Además de ello, la ingesta prolongada de bebidas alcohólicas durante el embarazo, causa en el bebé un síndrome que únicamente lo produce este hábito.
El Síndrome Alcohólico Fetal presenta síntomas que se comparan con las alteraciones neurológicas y cognitivas que se evidencian en el Síndrome de Down y la espina bífida, la diferencia está en que este síndrome es completamente prevenible y depende de la embarazada.
Los efectos de este síndrome se miden del grado 1 al 5 y van desde alteraciones emocionales, problemas de aprendizaje, retraso mental y alteraciones en las capacidades motoras.
Un niño con el Síndrome Alcohólico Fetal, presenta también particularidades físicas que se irán evidenciando durante su infancia y adolescencia.
Una cabeza más pequeña, ojos separados, puente nasal bajo, nariz corta, labio superior delgado, surco nasolabial liso, mandíbula pequeña y perfil plano; son algunas de las características físicas de un niño con este síndrome.
A fin de prevenir complicaciones futuras y daño permanente en sus bebés, la recomendación de los especialistas a las embarazadas es detener por completo la ingesta de alcohol, y si la madre presenta problemas de alcoholismo, es necesario solicitar apoyo médico, familiar y social para superar esta condición.
Consumo de tabaco
El estar embarazada, supone una serie de cuidados que garantizan el sano desarrollo del bebé durante todo el proceso de gestación. Durante este periodo, la madre debe evitar el consumo de alcohol.
El tabaquismo representa un grave riesgo a la salud de las personas, la doctora Ángela Canales, destaca que el 28% de la población chilena fuma, lo que indica que una de cada cuatro mujeres es fumadora y la mayoría de estas se encuentra en edad reproductiva, es decir, ente los 20 y 35 años.
En este caso, el tabaquismo desarrolla complicaciones de salud específicas que no solo afectan la fertilidad sino que además conlleva a una serie de complicaciones durante la gestación y posterior crecimiento de un niño, incluyendo el período de lactancia.
La especialista detalla que un cigarrillo contiene más de 7 mil elementos tóxicos y una embarazada con un hábito tabáquico podría experimentar serias complicaciones e incluso riesgo de muerte fetal.
Diferentes estudios han demostrado que el consumo de cigarrillo durante el embarazo provocan abortos, partos prematuros, hemorragias en el primer trimestre de embarazo, y bebés con poco peso ya que disminuye el 30% de bombeo de sangre que requiere para su crecimiento.
Entre las consecuencias más comunes para el desarrollo del embarazo por consumo de tabaco se encuentran:
- Malformaciones fetales como labio leporino, paladar hendido, alteraciones cardiacas, entre otras.
- Parto prematuro
- Aborto
- Embarazo ectópico
- Desprendimiento de placenta
- Muerte súbita dentro del útero
- Placenta previa
- Pobre desarrollo de los pulmones del feto
- Sangrado durante el embarazo
- Problemas de crecimiento
- Complicaciones en el parto
Un niño que fue expuesto a los químicos del tabaco dentro del útero, al nacer el peligro no desaparece. Este niño podría experimentar:
- Bajo peso al nacer
- Muerte súbita del lactante
- Síndrome de abstinencia a la nicótica
- Problemas del desarrollo de crecimiento motor
- Alteraciones respiratorias
- Será más propenso a desarrollar infecciones respiratorias
- Tendrá un sistema inmunológico más reactivo, así que desarrolla alergias a diferentes factores de su entorno.
Una de las consultas más habituales al confirmar un embarazo es la preocupación por haber consumido alcohol o tabaco estando ya embarazada de pocos días, pero sin saberlo.
En este caso, lo mejor es tranquilizarse, ya que estamos ante una fase muy precoz del embarazo en la que aún no se ha empezado a formar el cerebro fetal; no obstante, si se está buscando un embarazo de forma consciente es muy recomendable reducir o evitar el consumo de estas sustancias para poder iniciar un embarazo en plena salud materna y fetal.
Consumo de marihuana
El estar embarazada, supone una serie de cuidados que garantizan el sano desarrollo del bebé durante todo el proceso de gestación. Durante este periodo, la madre debe evitar el consumo de alcohol.
Actualmente, existen creencias de que el consumo de cannabis (Marihuana) es una práctica menos dañina e incluso es considerada como sustituto del cigarro y otras drogas. Esta creencia también se ha popularizado mucho entre las mujeres embarazadas.
La gravedad del asunto radica en que las mujeres que la consumen, inclusive con cigarrillos y alcohol, no acuden a control y continúan sus hábitos sabiendo que se encuentran gestando.
Definitivamente, la marihuana no es ni debe ser considerada como una droga blanda, en algunos estudios se ha demostrado que tiene un efecto negativo en el embarazo, principalmente en el desarrollo del bebé, sus funciones cognitivas, su peso, su tamaño y además incrementa el riesgo de tener un parto prematuro.
Un bebé de parto prematuro y bajo de peso, tiene varias complicaciones que enfrentar en la vida fuera del útero, según algunos estudios cuando llega a la adolescencia son los casos que tienen mas riesgo a la toma de adicciones y problemas en su maduración cognitiva, lo que se traduce a que puede dificultarles concentrarse y tener menos tolerancia a las frustraciones.
Sin embargo, los daños que produce exclusivamente en la madre, no son relacionados con algo grave. En su mayoría, solo se destaca las consecuencias que ocasiona su consumo de manera simultánea con cigarrillos, alcohol y otras drogas.
Por otra parte, se debe tomar en cuenta que todo lo que le pasa a la mamá también suele afectar al bebé y se estima que alrededor del 10% de lo que consume en marihuana lo recibe él. Por ejemplo, si la mujer consume un cigarrillo al día el impacto es mínimo, pero si es una fumadora habitual de 10 cigarrillos esto significa que el bebé consume uno.
Otro aspecto importante que hay que entender es que el consumo puede ser directo o indirecto. De manera que si la mujer dejo a un lado su consumo, pero su contexto, su medio social se encuentran personas que sí lo hacen, ambos pueden verse afectados por el humo que aspiran.
Una vez que una mujer que está planificando quedar embarazada y es consumidora habitual de cannabis, debe asistir a una consulta pre-concepcional para disminuir y lograr suspender su consumo, previniendo así que se acumulen sustancias tóxicas en su organismo y afecten el embarazo.
Asimismo, es importante tener presente, en el caso de las madres que amamantan y consumen marihuana, que el componente THC (tetrahidrocannabinol) de la marihuana pasa del pecho de la madre al bebé; es decir, está incluido en la leche materna natural.
Sin duda, creer que no hay daños al consumir marihuana es estar fuera de la realidad. Lo mejor, lo correcto es que la embarazada no consuma marihuana.